Romance ''Mi hijo será el delfín''
Me inspiré para su realización en la hermosa historia de la prin- cesa Blanca de Castilla, que casose con el rey de Francia Luis VIII y que fuera reina consorte y luego reina regente de ese país allá por el siglo XIII. Creo pertinente aclarar que todo lo relativo al romance de la princesa castellana con el capitán de su guardia es licencia literaria creada al mero fin de servir al lucimiento de mi amada Blanca.
Mi hijo será el Delfín
En escena un paje que hace las funciones de narrador y músico, el rey de Castilla, su hija la princesa Blanca, y tres nobles de la corte
PAJE
Oía Blanca la bella
lo que el Rey iba a decir,
la corte estaba presente
saboreando el festín,
los rumores del palacio
no dejan de repetir
el acuerdo ya cerrado
con los de la flor de Lys;
el señor casa a la niña
con el que llaman Delfín:
la más grande casa en Francia
la casa de los de Lys.
MUSICA, COROS Y BAILES
Entran criados con bandejas y viandas. Todos cantan y bailan para alegrar la fiesta, menos Blanca, triste y mohína apartada en una rincón.
Es la gala de Castilla
es la flor de su jardín
y mañana por la noche
será esposa del Delfín
EL REY
Escuchad todos a una
lo que aquí se va a decir,
pues la casa de Castilla
con la francesa va a unir
y si el cielo no lo impide
en París habrá un delfín
con la sangre de mi sangre,
que mi hija va a parir.
PAJE
Oyendo aquestas noticias
Blanca quiérese morir
BLANCA
Mi corazón está roto,
me lo acaban de partir,
dos lágrimas cual puñales
mis ojos van a cubrir.
Pasé la noche llorando
mi vida tocó a su fin
y me entregara a mis sueños
recordando el mes de abril,
evocando aquel viaje
desde Medina a Madrid.
El capitán de mi guardia
más apuesto que el Mío Cid
con sus ojos avellana,
nacido en Benamejí,
cuando acerca su caballo
fija sus ojos en mí,
siento la miel en los labios,
siento un fuego por venir,
siento el amor aquí adentro
y me invade el carmesí
y quiero parar el tiempo
que sea viaje sin fin.
BLANCA
Cantando acompañándose al laúd.
No puedo vivir al verte
por ti a los cielos subí
¡¡Ay, capitán de mi guardia
por ti el amor descubrí!!
BLANCA recitando:
Recuerdo aquella chopera
junto al rio de Madrid;
Manzanares que lo llaman
de aguas limpias y sin fin.
Jurásteme amor eterno,
no separarte de mí;
tú cumplirás tu promesa,
yo todo daré por ti.
Cambio de escenario: muéstrase el cortejo de la princesa en las afueras de París.
PAJE
Un día más y ya llegamos,
ya se divisa París,
ya acompaña nuestro empeño
la flor y nata de allí,
ya pueden decir al mundo
que la princesa está aquí,
que sonríe con agrado;
¡Que el pueblo salga a aplaudir !
MUSICA, COROS Y BAILES
Entran de nuevo criados. Todos cantan y bailan menos Blanca.
Es la gala de Castilla
es la flor de su jardín
y mañana por la noche
será esposa del delfín.
Entra en escena el Canciller de Francia con ricos ropajes, segui- do de varios criados llevando bandejas llenas de objetos y baúles que muestran al público.
PAJE
Lleva el ajuar de una reina
no se puede describir,
sedas, joyas y zapatos,
vestidos para exhibir,
cerámicas de Manises,
y bordados nazarís,
incunables de Medina
y esculturas de marfil,
hay cristales de Venecia:
todo en carros. ¡Más de mil!
BLANCA
Y comandando el cortejo
cabalga el mío adalid;
mi padre cedió a mis ruegos
y el capitán está aquí,
y en llegando allí será
embajador en Paris;
él guardará mis derechos,
mi derecho a ser feliz.
Los reales novios ya casados salen de la Iglesia, los sirvientes hacen de pueblo de París, aplaudiendo y vitoreando.
BLANCA
Ya salgo de Notre Dame,
ya la esposa del Delfín,
ya el pueblo corea mi nombre
y ya el contrato cumplí,
ya sola falta que engendre
y un varón vaya a parir;
mas el varón que yo alumbre
que también será delfín,
será mitad de Castilla
mitad de Benamejí.
MÚSICA, COROS Y BAILES
Ahora cantan y bailan todos una chacona, incluida Blanca.
Es la gala de Castilla,
es la flor de su jardín,
y mañana por la noche
será esposa del delfín.
Repítese el estribillo.