158. “El manuscrito de Gaspar de Montiel”. José Manuel Sánchez Chapela

Libro de “hoy”. 2015

SÁNCHEZ CHAPELA JOSÉ MANUEL. El manuscrito de Gaspar de Montiel. Ediciones Altera. Madrid. 2015. 386 pág.

Género: novela. Época: 1583-1628 . Ámbito geográfico: Villanueva de los Infantes, Madrid, Plasencia, Salamanca, entorno de la rivera del río Jalón, Navarra y Valladolid, principalmente.

El autor es el salmantino José Manuel Sánchez Chapela, que está afincado en Tomares (Sevilla). Se trata de la primera obra literaria publicada por él. Constituye otro ejemplo de profesional (licenciado en Derecho que desarrolló su actividad en el sector de la informática) que al llegar a la jubilación dedica parte de su tiempo a la literatura. Loable acierto, a pesar del riesgo que tiene cualquier jubilado por incompatibilidades entre pensión de jubilación y percepción de derechos de autor. Una barbaridad ministerial por sus fines recaudatorios y porque puede lastrar la actividad de personas que pueden hacer interesantes aportaciones culturales.

En este mes de abril en el que se cumple el cuatro centenario del fallecimiento del mejor escritor español de todos los tiempos, se intenta rendir  homenaje haciendo, nuevamente, referencias a su obra. En la anterior entrada de este blog se comentó otra de las novelas ejemplares (“El licenciado vidriera”). En este caso se trata de la novela de un estudioso de Miguel de Cervantes, que fue presentada el pasado mes de enero en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla, en una sala repleta de público.

La obra está estructurada en seis capítulos, los cuales se subdividen en otros subcapítulos, que totalizan treinta y siete. Al final del texto se incluyen, a modo de Anexos, un plano de la época (1656), una relación de personajes diferenciando entre los ficticios y los históricos, así como una lista de escritores citados, finalizando a través de cinco cuadros que abarcan el contexto histórico en el que tienen lugar los acontecimientos que contextualizan la novela. El propio autor en el Prólogo nos advierte que “Esta obra no tiene pretensiones historiográficas ni científicas”.

Esta novela se encuentra ambientada en los años finales del siglo XVI y principios del XVII. El relato no es lineal lo que exige, al lector, atención por los saltos temporales con los que se desarrolla.  Su historia gira en torno a la duda que plantea el autor respecto a la razón por la que Miguel de Cervantes omitiera el lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiso acordarse. Igualmente, se cuestiona cuál fue el origen de la información para escribir “El Quijote”. Está narrada por el personaje principal Gaspar de Montiel, supuesto sobrino de Sancho Panza. Sesenta y ocho son los personajes secundarios (cincuenta y tres ficticios y quince históricos). Ante un número tan extenso, el lector agradecerá la posibilidad de revisar la relación alfabética, no exhaustiva, de nombres y la relación de unos con otros que se incluye como Anexo. Se dice no exhaustiva pues ciertamente falta en la relación algún nombre como el del aparejador Martín Ruiz de Chartudi, citado en estas páginas. La ambientación y la descripción de los personajes está bien conseguida, lo que facilita la lectura.

No cabe duda que Sánchez Chapela es un buen conocedor del “Quijote”. Opinión extraída de las continuas y detalladas referencias y reflexiones que de esta obra hace. Se interpreta, igualmente, que está muy influenciado por la obra cervantina tanto por al forma de narrar como por el modo de  plantear y encadenar historias diferentes, además insertar refranes y poemas (sonetos, décimas, romances,…). El autor utiliza un vocabulario variado y extenso, con uso de giros y expresiones del castellano antiguo. Alterna formas de expresión académica con otras desenfadadas, lo que hace más amena su lectura. En algunos pasajes utiliza párrafos muy largos. Se trata de una novela de denso contenido y de estructura compleja, retos de los que el escritor sale muy airoso. El autor demuestra estar muy bien documentado sobre aspectos relacionados con los usos, costumbres de la época. Nos aproxima con detalle aspectos relativos a viviendas y vestimentas de la época, en función de sus categorías sociales. Lo mismo hace con  exigencias legales; con juegos celebrados en tabernas escondidas o en las escondidas casas de conversación o con la vida estudiantil universitaria, tanto salmantina como  sevillana, incluida la de la Hermandad de los “Sopistas”. El desenlace, como es usual en este blog, se omite para que lo descubra el lector interesado.

En resumen, se trata de una novela relacionada con ese monumento literario que es “El Quijote” y cuya lectura recomendamos sin dudar.